Los fantasmas pueden ser amistosos... o no, ¡especialmente si alguien quiere vivir en sus casas!
¡ASÚSTALOS!
¡Usa lo que puedas encontrar para mostrarles qué es el miedo real! Lanza objetos, rompe cristales, cierra las puertas y apaga las luces...
¡GANA PUNTOS!
Cada grano de miedo que puedas sacar de ellos te hará bien... ¡Apriétalos con miedo, hazlos llorar y suplicar misericordia!
CUIDADO CON EL GATO
Todo el mundo sabe que los gatos pueden sentir fantasmas... ¡No dejes que el guardián peludo arruine tus planes! ¡Cierra las puertas y distrae al gato!