Las medidas para protegerse de la astucia y el engaño de Satanás, tal como se aclaran en el Corán y la Sunnah, profundizan en conocimientos profundos sobre la naturaleza de esta entidad adversaria y su intrincada relación con la humanidad.
¿Quién es Satanás? Profundizando en la profundidad teológica, Satanás, también conocido como Iblis en la tradición islámica, es representado como un genio desobediente, creado a partir de fuego sin humo, que desafió el mandato de Alá de postrarse ante Adán. Este acto de desobediencia llevó a su expulsión de la presencia divina y su posterior voto de desviar a la humanidad hasta el Día del Juicio.
La creación de Satanás plantea preguntas fundamentales sobre su propósito y papel en el orden cósmico. Si bien su creación sigue siendo un misterio, los eruditos afirman que Satanás sirve como prueba para la humanidad, desafiando su fe, determinación y obediencia a Alá.
La relación entre Satanás y los humanos es multifacética. Satanás, impulsado por su enemistad hacia Adán y sus descendientes, constantemente busca desviarlos y tentarlos para que se aparten del camino de la justicia. Explota las debilidades, los deseos y las vulnerabilidades humanas para sembrar discordia, desobediencia e incredulidad.
Es imperativo comprender la distinción entre Satanás (Iblis) y los demonios comunes. Si bien Iblis es el principal adversario, los demonios comunes, o shayateen, son sus secuaces que lo ayudan en su misión de desviar a los humanos. Estos demonios operan en varios niveles, influyendo en las personas a través de susurros, dudas y tentaciones.
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