La nutrición prudente es especialmente importante durante el embarazo: el cuerpo se prepara para el crecimiento y desarrollo del feto y el proceso de lactancia, se desarrollan los tejidos del útero y la placenta y se mejora el suministro de sangre. Un aumento de peso adecuado beneficia la salud de la mujer y la salud del feto, reduce el riesgo de complicaciones y contribuye a la salud del recién nacido.
Una mujer embarazada debe informar al personal médico sobre su estado de salud, así como sobre sus propios hábitos alimentarios, como la alimentación vegetariana o natural, las alergias alimentarias, los problemas digestivos o las dietas especiales.
Enfatizamos que las recomendaciones sobre nutrición son para mujeres embarazadas que gozan de buena salud. Se recomienda a las mujeres que tienen requisitos nutricionales especiales, como las mujeres que padecen diabetes, que consulten a su médico y a un dietista registrado. En general, toda mujer embarazada puede beneficiarse de una terapia nutricional a cargo de un nutricionista calificado.
El parto es el proceso por el cual termina el embarazo y comienza la vida de un bebé. El parto es también una de las experiencias más importantes en la vida de una mujer, y su impacto físico y psicológico varía de una mujer a otra.
La nutrición de un niño es un factor central en el proceso de su crecimiento y desarrollo. En esta parte hay información sobre la alimentación del niño durante el primer año de su vida, ya sea mediante alimentación o fórmulas de fórmula infantil.