“Por lo tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” Mateo 28.19 (NTV). La Suprema importancia de la obra misionera mundial fluye espontáneamente a través de las páginas de la Biblia. Forma parte integral del plan de redención, por lo tanto está asociada de manera inseparable a la persona y obra salvadora de Cristo.