Lo que parecía un día normal en la playa se convierte en un asedio de tortugas de Galápagos, monos pilotando barcos, conchas marinas mutantes y monstruos gigantes que emergen de las profundidades de las Islas Canarias. Evita que los tiburones coman a niños y ancianos mientras te defiendes de los ataques por tierra, mar y aire.