Independientemente de la industria, los clientes no elegirán un producto en particular basándose únicamente en el precio, sino a menudo en la calidad. Según algunos estudios, los clientes están dispuestos a pagar un precio más alto por un producto o servicio si lo consideran un producto bien hecho que supera los estándares de calidad.
Las empresas quieren alcanzar la competitividad con la diferenciación. Esto sucede cuando existen cualidades distintivas en un producto que no pueden ser imitadas por los rivales. Se puede patentar un producto distintivo para evitar que otras empresas lo repliquen durante casi 20 años. Esto significaría que una empresa puede mantener su ventaja competitiva durante mucho tiempo.