Las 14 devociones, o estaciones, se enfocan en eventos específicos de Su último día, comenzando con Su condenación. Las estaciones se usan comúnmente como una mini peregrinación a medida que el individuo se mueve de una estación a otra. En cada estación, el individuo recuerda y medita sobre un evento específico del último día de Cristo. Se recitan oraciones específicas, luego el individuo pasa a la siguiente estación hasta completar las 14.
Los que están impedidos pueden obtener la misma indulgencia si dedican al menos media hora a la lectura y meditación piadosa de la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo.
Las Estaciones de la Cruz, son una forma de orar y meditar sobre el sacrificio de Cristo por nosotros. Hay en total catorce estaciones desde el momento en que fue condenado a su entierro. Esta devoción ha sido alentada por la iglesia durante mucho tiempo y es especialmente útil durante la Cuaresma y el Viernes Santo.
La celebración del Vía Crucis es especialmente común los viernes de Cuaresma, especialmente el Viernes Santo. Las celebraciones comunitarias suelen ir acompañadas de varios cantos y oraciones. Particularmente común como acompañamiento musical es el Stabat Mater. Al final de cada estación, a veces se canta el Adoramus Te.
Históricamente, los cristianos meditaron en las escenas que representan la narración de la Pasión como penitencia. Aunque las prácticas pueden haber evolucionado a lo largo de los siglos, el enfoque sigue siendo el mismo: arrepentirnos del pecado, renovar nuestra fe y prepararnos para celebrar con gozo los misterios de nuestra salvación.
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