Una nave alienígena ha tomado posesión de varias ciudades del planeta Tierra, desplegando innumerables robots que ningún arma creada puede destruir. Después del fracaso del ataque, los humanos han sido relegados a un mundo subterráneo y los científicos han construido laboratorios secretos y desarrollado su primer prototipo del proyecto Leviatán, un exoesqueleto formado por robots y cabezas de dinosaurio con mandíbulas letales y fuerza bruta. Hay portales dispersos por los lugares donde los robots pueden ser transportados de un lugar a otro, lo que dificulta su localización, pero una vez que se encuentran, una sola descarga del arma Leviatán puede hacerlos pedazos.