Kila: Las tres plumas - un libro de cuentos de Kila
Kila ofrece divertidos libros de cuentos para estimular el amor por la lectura. Los libros de cuentos de Kila ayudan a los niños a disfrutar de la lectura y el aprendizaje con una gran cantidad de fábulas y cuentos de hadas.
Había una vez un rey que tenía tres hijos. El tercero, que no hablaba mucho, se llamaba simplón.
Cuando el Rey envejeció y se debilitó, les dijo: "Id, y el que me traiga la alfombra más hermosa será Rey después de mi muerte".
Sopló tres plumas en el aire y dijo: "Irás como ellos vuelan". El tercero voló hacia arriba y no voló muy lejos, pero pronto cayó al suelo.
Y ahora, un hermano se fue a la derecha y el otro a la izquierda, y se burlaron del simplón que se vio obligado a quedarse donde había caído la tercera pluma.
Se sentó y se puso triste. Entonces, de repente, vio que había una trampilla cerca de la pluma. Lo levantó, encontró unos escalones y los bajó.
Cuando llegó a otra puerta, vio un gran sapo gordo sentado allí y alrededor de ella, una multitud de pequeños sapos. Le dijo al sapo la razón por la que había venido.
Entonces, el sapo gordo abrió una caja y le dio a Simplón una alfombra, tan hermosa y tan fina. Él le dio las gracias y volvió a subir.
Cuando los tres hermanos regresaron, el rey vio la alfombra de los simplones y dijo: "Si se hace justicia, el reino pertenece al más joven".
Pero los otros dos obligaron a su padre a hacer un nuevo acuerdo con ellos. Entonces el padre volvió a soplar tres plumas en el aire y dijo: "El que me traiga el anillo más hermoso heredará el reino".
Mientras los hermanos se abrían camino, la pluma de Simplón voló hacia arriba y cayó cerca de la trampilla a la tierra.
Se acercó al sapo gordo y le dijo lo que quería. Abrió su caja y le dio un anillo que era tan hermoso que ningún orfebre del mundo hubiera podido hacerlo.
Cuando el simplón sacó su anillo de oro, su padre volvió a decir: "El reino le pertenece".
Los dos mayores obligaron nuevamente al rey a hacer una tercera condición; el que trajo a casa a la mujer más hermosa debería tener el reino. Volvió a soplar las tres plumas en el aire y volaron como antes.
Esta vez el sapo gordo le dio al simplón un nabo amarillo que había sido ahuecado y al que se engancharon seis ratones.
El sapo gordo se convirtió en una hermosa doncella, el nabo en un carruaje y los seis ratones en caballos. Así que la besó y se marchó rápidamente con los caballos y la llevó al Rey.
Sus hermanos vinieron después; habían traído consigo a las primeras mujeres campesinas que encontraron. Cuando el Rey los vio, dijo: "Después de mi muerte, el reino pertenece a mi hijo menor".
Y así recibió la corona y ha gobernado sabiamente durante un período de tiempo.
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