Los límites son importantes para la protección emocional y espiritual. No son tan claros como los límites físicos, pero pueden ser igualmente necesarios. Es difícil establecer sus propios límites o discernir los de otra persona porque no siempre es obvio cuándo debe hacerlos cumplir. Sin embargo, hacer cumplir tus límites no debería hacerte sentir malvado, sino que debería ayudarte a sentirte mejor contigo mismo a largo plazo.
Tener límites claros es esencial para un estilo de vida saludable y equilibrado. Un límite es una línea de propiedad personal que marca aquellas cosas de las que somos responsables. En otras palabras, los límites definen quiénes somos y quiénes no. Los límites impactan todas las áreas de nuestra vida: Los límites físicos nos ayudan a determinar quién puede tocarnos y bajo qué circunstancias - Los límites mentales nos dan la libertad de tener nuestros propios pensamientos y opiniones - Los límites emocionales nos ayudan a lidiar con nuestras propias emociones y a desconectarnos de las emociones dañinas y manipuladoras de los demás - Los límites espirituales nos ayudan a distinguir la voluntad de Dios de la nuestra y nos dan un temor renovado por nuestro Creador - A menudo, los cristianos se enfocan tanto en ser amorosos y desinteresados que olvidan sus propios límites y limitaciones . Cuando se enfrentan a su falta de límites, preguntan:
- ¿Puedo poner límites y seguir siendo una persona cariñosa?
- ¿Qué son los límites legítimos?
- ¿Qué pasa si alguien está molesto o lastimado por mis límites?
- ¿Cómo le respondo a alguien que quiere mi tiempo, amor, energía o dinero?
- ¿No son los límites egoístas?
- ¿Por qué me siento culpable o asustado cuando considero establecer límites?
El Dr. Henry Cloud y el Dr. John Townsend ofrecen respuestas basadas en la Biblia a estas y otras preguntas difíciles, mostrándonos cómo establecer límites saludables con nuestros padres, cónyuges, hijos, amigos, compañeros de trabajo e incluso con nosotros mismos.