Parecería sencillo. Mueve la bola en diferentes direcciones y dibuja la ficha.
Una característica de la mecánica es el movimiento de dos bolas en direcciones opuestas entre sí. Solo controlas la bola negra, y la bola de color roba la ficha.
Con cada nuevo movimiento, el contador reduce el número en un movimiento. Si los movimientos terminan, será un fracaso. Pero no te preocupes. El medidor tiene un margen suficiente.