Estamos viendo un gran crecimiento numérico en la iglesia en África. Cada año se plantan nuevas iglesias y las antiguas se expanden. Por lo tanto, es evidente que los líderes de estas iglesias tienen mucho trabajo por delante cuando se trata del crecimiento espiritual y el bienestar de sus congregaciones. Para enfrentar este desafío, nuestras iglesias necesitan ver a sus miembros en acción. En este sentido, hablar de los dones espirituales es de gran necesidad porque son esenciales para el buen desarrollo de la iglesia.