Divide Et Impera es un juego que muestra los mecanismos detrás del discurso de odio y sus consecuencias negativas para la sociedad. En el juego, el jugador interactúa con un grupo conectado de personas diversas, que inicialmente mantienen buenas relaciones entre sí. Mediante el uso de discursos potencialmente divisivos en diversas formas, el jugador intenta generar división y hostilidad, hasta que finalmente divide al grupo en fracciones.
A través de la manipulación de una pequeña comunidad simulada, el jugador puede confrontar y ser consciente de los mecanismos reales utilizados para influir en las personas en las redes sociales. De esta manera, los adolescentes pueden aprender a ser más críticos con las fuentes y el contenido de la información que encuentran en línea.