¡Ahora, más que nunca, el Gran Belén necesita nuestra ayuda!
El estado nunca ha estado tan tranquilo como ahora, no se escucha techno brega, no hay tacacá en las esquinas, y mucho menos açaí con pescado frito, ya que estos son el oficio de los vivos, y ahora, Pará está dominado por aquellos que se han ido, y sus los cuerpos obtuvieron el control del sitio.