El afable Bernard, extraordinario profesor de inglés, se convirtió en un zombi en un horrible incidente relacionado con un experimento militar. Un incidente tan secreto que ni siquiera Bernard sabe qué sucedió. Solo podemos decirles que el deseo de Bernard de comer cerebros solo es comparable a su compulsión por seguir asegurándose de que las clases de ortografía continúen. Eviten a los niños empalagosos, ya que le chuparán la vida a Bernard; eviten los peligros de los caramelos giratorios y las púas, ya que le harán daño. Busquen los cerebros con las letras... asegúrense de recogerlos en el orden correcto para que Bernard pueda deletrear las palabras correctamente.