Nuestros ministerios siempre se han centrado en ser un hospital para los quebrantados. Mi misión ha sido ver a aquellos que el enemigo ha intentado devastar, aislar, destruir y matar; sientan el amor de Cristo y comiencen su viaje de restauración y sanación a través de Cristo. Parte de esa misión es enseñarles la Palabra, asesorarlos y capacitarlos en un ministerio quíntuple.