Desliza el dedo (o usa las flechas) para cambiar la dirección de la gravedad. Por ejemplo, para que las bolas se muevan hacia abajo, deslízalas hacia abajo. Para que caigan hacia arriba, deslízalas hacia arriba. La gravedad se puede ajustar a cualquier ángulo (a menos que juegues con las flechas, en cuyo caso estarás limitado a horizontal, vertical y diagonal si tu teclado las tiene). Se genera una nueva bola cada vez que deslizas el dedo (o pulsas una flecha).
Alternativamente, puedes usar el acelerómetro de tu dispositivo (si lo tiene) para cambiar la gravedad girándolo. La gravedad del juego apuntará hacia la gravedad real (nota: podría no funcionar correctamente en el espacio, otros planetas, caída libre, etc.). Se generan nuevas bolas al girar el dispositivo más de unos pocos grados.
Manipula la dirección de la gravedad para tocar y combinar bolas del mismo tamaño, color o número. Por ejemplo, dos bolas con un 2 forman una bola con un 4, dos con un 4 forman un 8…
A medida que aumenta el número y el tamaño de las bolas, estas se irán compactando. Una vez que la presión alcanza un umbral determinado (indicado en un manómetro), el juego termina.