¡Hay un montón de cuerdas por ahí! Y hay que cortarlas...
¿Adivina de quién es el trabajo? ¡Sí, de ti!
Pero hay un detalle: tus cuchillos son débiles y no puedes cortar todas las cuerdas con los mismos.
Ordena tus cortes y corta las cuerdas una por una.
¡Buena suerte!