En un futuro lejano, el mundo se había convertido en un lugar de caos y destrucción. Las pocas colonias humanas restantes estaban constantemente amenazadas por bandas errantes de asaltantes y merodeadores que no se detendrían ante nada para saquear y saquear.
Los pocos defensores que quedaban de las colonias eran el samurái y un guerrero
nombró a Jessica que era igual. Se entrenaron en las antiguas artes de la esgrima y el combate. Pero no eran como otros guerreros y samuráis.
Llevaban un jetpack en la espalda que les permitía viajar a través del tiempo y el espacio, luchando dondequiera que se les necesitara.
Habían sido elegidos por un poderoso grupo de místicos que habían descubierto sus secretos para viajar en el tiempo.
Habían visto la devastación que vendría al mundo si alguien no interviniera.
Viajaron a través del tiempo, luchando contra las fuerzas del mal dondequiera que las encontraran. Lucharon contra ejércitos de robots del futuro, lucharon junto a antiguos guerreros en el pasado e incluso viajaron a otros mundos para defender a los inocentes.
Su mayor desafío llegó cuando fueron enviados atrás en el tiempo al Japón feudal. Allí, descubrieron que un poderoso señor oscuro había tomado el control de muchos países y estaba usando su magia oscura para esclavizar a la gente.
Los defensores sabían que eran los únicos que podían detener al señor oscuro. Se pusieron la armadura de samurái y se prepararon para la batalla. Con sus mochilas propulsoras, se elevaron hacia el cielo, esquivando los poderosos hechizos del señor oscuro.
La batalla fue larga y feroz, pero al final, salieron victoriosos. Habían salvado a la gente de Japón de la tiranía del señor oscuro y se habían asegurado un lugar en la historia como uno de los mejores guerreros de todos los tiempos.
Continuaron viajando en el tiempo, luchando contra el mal dondequiera que lo encontraran. Se convirtieron en leyendas, héroes para todos los que los conocían. Y aunque sabían que sus batallas nunca terminarían realmente, estaban contentos sabiendo que habían marcado una diferencia en el mundo.