Nosotras, las mujeres de Mary Ward en el ministerio de educación, manteniendo a Jesús como nuestro modelo, apuntamos a formar ciudadanas intrépidas y vibrantes, que sean capaces de enfrentar los desafíos de la vida.
Creyendo que la educación no es solo para crear individuos intelectualmente competentes, moralmente sanos, psicológicamente completos, imbuidos del sentido de lo divino, sino que también son un poderoso agente de transformación social, avanzamos hacia el empoderamiento de las mujeres y la formación de los niños, inculcándoles el sentido de la justicia, la tolerancia religiosa, la compasión y el amor.
Haciéndolos conscientes del sistema de valores del mundo en el que viven, están capacitados para analizarlo críticamente y tomar decisiones responsables por sí mismos.