En SimuLadron tu misión es simple: prender la maquinita. Usá los gloriosos engranajes del Estado para imprimir billetes, prometer subsidios imposibles y ver cómo la inflación se dispara más rápido que tus encuestas. Contratá ñoquis, creá impuestos y declarate héroe nacional… mientras el país se prende fuego (pero vos seguís sonriendo en la cadena nacional).