Al ofreceros esta obra de enseñanza entre los niños, la Iglesia os ha confiado una gran responsabilidad y, al mismo tiempo, un gran privilegio.
Es muy importante anunciar el Evangelio a los niños, porque es un mandamiento del Señor. Además, los niños están muy abiertos a las buenas noticias. Les gustan mucho las historias y están dispuestos a confiar en Dios.
Si los niños recurren a Jesús, la Iglesia del mañana será fuerte. Así, a través de vuestra enseñanza, construís la Iglesia del futuro.
¿Quizás te sientes abrumado por esta responsabilidad? Sepa que Dios está con usted: Él es el mismo ayer, hoy y por los siglos. (Hebreos 13:8). Él está con vosotros como estuvo con Abraham cuya historia leeremos durante este año.
Aquí encontrará ayuda práctica para su importante trabajo.