Cuidar bien de su nuevo tatuaje justo después de que lo obtenga lo ayudará a curarse rápidamente y mantenerse vibrante. Mantenga el vendaje que su tatuador aplicó durante al menos unas horas antes de quitarlo suavemente, lavar su tatuaje con agua tibia y jabón antibacterial y luego secar la piel. Al mantener su piel humectada y limpia de manera uniforme, mantenerse alejado del sol y evitar que el nuevo diseño le pique o pique, su tatuaje sanará a la perfección.