“Santa Catalina, esposa digna de Nuestro Señor Jesucristo, tú fuiste aquella Señora que entró en la ciudad, encontraste 50.000 hombres todos valientes como leones, ablandaste sus corazones con la palabra de la razón. Así que rezo para que ablandes los corazones de nuestros enemigos. Ten ojos y no me veas, ten boca y no me hables, ten brazos y no me ates, piernas ten y no me alcances, quédate quieto como una piedra en tu lugar, escucha mi oración, virgen mártir, que alcance todo lo que quiero, te lo suplico. Santa Catalina, ruega por nosotros. Amén. ”