Napolitano, después de estudiar derecho me mudé a Roma por trabajo. Siempre una pasión por el arte y una particular curiosidad por los lenguajes innovadores y experimentales. Atraído naturalmente por el mundo de la ilustración infantil por su dimensión onírica y evocadora, el dibujo es la ventana que he dejado abierta al mundo de mis emociones, un puente entre la vida "adentro" y la vida "afuera".