Es casi inevitable que todos experimentemos conflictos de vez en cuando. Estos pueden ser con jefes, amigos, compañeros de trabajo y otras personas importantes. Si los conflictos no se manejan adecuadamente, pueden terminar con las relaciones y los trabajos.
El conflicto es inevitable y ocurre en todas las relaciones, así como internamente, con nosotros mismos. En general, el conflicto indica una oportunidad para el cambio y el crecimiento, una mejor comprensión y una mejor comunicación, ya sea con usted mismo o con los demás. Aunque manejar los conflictos puede no ser fácil, es importante facilitar la discusión y llegar a una resolución, ya que los conflictos son parte de nuestra vida diaria.
La gestión de conflictos es el proceso de limitar los aspectos negativos del conflicto al tiempo que se aumentan los aspectos positivos del conflicto. El objetivo de la gestión de conflictos es mejorar el aprendizaje y los resultados del grupo, incluida la eficacia o el desempeño en un entorno organizacional.
Un conflicto entre dos gratificaciones deseadas, como cuando un joven tiene que elegir entre dos carreras atractivas y practicables, puede llevar a algunas vacilaciones, pero rara vez a una gran angustia. Un conflicto entre dos peligros o amenazas suele ser más perturbador. A un hombre le puede desagradar mucho su trabajo, pero teme la amenaza del desempleo si renuncia.