Las pistolas se suelen usar como armas secundarias, porque son más pequeñas, disparan más rápido y, por lo general, son más precisas para distancias cortas. La MW11, que es el arma secundaria predeterminada, ofrece buen nivel de daño y confiabilidad. Conviene usarla dentro de su alcance principal, de hasta nueve metros, ya que puede infligir mucho daño, en especial si el disparo da en la cabeza.