De dos mentes: cómo nuestro comportamiento está determinado por dos sistemas diferentes, uno automático y otro considerado.
Hay un drama convincente en nuestras mentes, una trama similar a una película entre dos personajes principales con giros, dramas y tensiones. Estos dos personajes son el Pensamiento 1, impulsivo, automático e intuitivo, y el Pensamiento 2, reflexivo, deliberado y calculador. Mientras juegan unos contra otros, sus interacciones determinan cómo pensamos, hacemos juicios, tomamos decisiones y actuamos.
El pensamiento 1 es la parte de nuestro cerebro que opera de manera intuitiva y repentina, a menudo sin nuestro control consciente. Puede probar este sistema en funcionamiento cuando escuche un sonido muy fuerte e inesperado. ¿Que haces? Probablemente cambiará su atención de forma inmediata y automática al sonido. Este es el pensamiento 1.
Este sistema es un legado de nuestro pasado evolutivo: existen ventajas de supervivencia inherentes al poder realizar acciones y juicios tan rápidos.
El pensamiento 2 es lo que pensamos cuando visualizamos la parte del cerebro responsable de nuestras decisiones, razonamientos y creencias individuales. Se ocupa de las actividades conscientes de la mente, como el autocontrol, las elecciones y un enfoque de atención más deliberado.
Por ejemplo, imagina que estás buscando a una mujer entre una multitud. Tu mente se enfoca deliberadamente en la tarea: recuerda las características de la persona y cualquier cosa que pueda ayudarte a localizarla. Este enfoque ayuda a eliminar posibles distracciones y apenas notará a los demás en la multitud. Si mantienes esa atención enfocada, puedes ubicarla en cuestión de minutos, mientras que si estás distraído y pierdes el enfoque, tendrás dificultades para encontrarla.