┬лEn el rinc├│n m├бs apartado de la China existe un mandar├нn m├бs rico que todos los reyes que nos cuentan las historias y las f├бbulas. Nada sabes de ├йl, ni de su nombre, ni de su rostro, ni de la seda con que se viste. Para heredar sus inagotables caudales basta con que toques esa campanilla que est├б a tu lado sobre un libro. El mandar├нn solamente exhalar├б un suspiro en los confines de Mongolia. En ese momento ser├б un cad├бver. Y t├║ ver├бs a tus pies m├бs oro del que puede so├▒ar la ambici├│n de un avaro. T├║, que me lees y eres hombre mortal, ┬┐tocar├бs la campanilla?┬╗