Cuando vives demasiado tiempo rodeado de oscuridad, no esperas que la luz de la luna te ilumine. Cuando ya te has rendido a tus propios demonios, no aceptas que la simple sonrisa de un ángel los venza por ti. Cuando la vida te golpea tan duro que terminas rindiéndote a tu propio pasado, lo último que te imaginas es que alguien te obligue a seguir luchando. Me llamo Eirian, y viajo junto a una niña que solo busca respuestas y una mujer hermosa pero llena de tristeza, por culpa de un pasado al que se dirige de cabeza. Una mujer que me atrae y me da miedo. Mucho miedo. Porque ella es el motivo de que empiece a sentir de nuevo. Ella es mi ángel y mi luna. Ninguno estábamos preparados para el otro, pero esta es nuestra historia. La historia de nuestro viaje. El de Álex, el mío. O tal vez solo fue el principio de algo que nunca se terminó. Y es que a veces el destino, con un poco de ayuda, decide que arriesgar es la apuesta ganadora