El drama se presenta con un protagonista colectivo (los habitantes del pueblo), como en la Numancia (1585) cervantina o en Los persas de Esquilo. Como ocurre con otras obras dramáticas clásicas, Fuenteovejuna de Lope ha alcanzado la categoría de símbolo, el del prototipo iconográfico-teatral de "la unión del pueblo contra la opresión y el atropello".