Esta comedia lacrimosa de Jovellanos es una de las cumbres del género y una de las obras más renovadoras estética e ideológicamente de su siglo en España. Escrita en prosa, desarrolla una historia de fuerte sabor melodramático centrada en un personaje, Torcuato, que se ve a las puertas de la muerte por haber participado, años atrás, en un duelo donde mató al anterior marido de su esposa. El descubrimiento de que el juez que lo condena es su propio padre no detiene la ejecución, sino que hace más violento el patetismo de la historia, que tiene, no obstante, un final feliz gracias a la intervención del soberano.