Todos los cuentos del mayor narrador portugués del siglo XIX en una traducción y edición a la altura de su genio.
Los relatos de Eça de Queirós son una prueba de su versatilidad temática, su estilo único y su universo narrativo plural. Son múltiples también sus imaginarios: desde el mundo etno-fantástico de «El difunto» y «El tesoro», o el maravilloso trasfondo bíblico de «El suave milagro» o «El aya», hasta la irresistible realidad de las mujeres adúlteras de «En el molino» y la crítica de costumbres que confirió a su obra novelística el fulgor de la universidad.
El nombre de Eça de Queirós no es solo garante de un talento que lo convirtió en el escritor portugués más importante de su siglo; representa algo todavía más infrecuente: un creador por excelencia, un demiurgo satánico y divino. En definitiva, un genio.
José Maria Eça de Queirós nació el 25 de noviembre de 1845 en Póvoa de Varzim (Portugal). Cursó estudios en la facultad de derecho de la Universidad de Coimbra, donde entró en contacto con las corrientes romántica y positivista. Es entonces cuando conoce a Antero de Quental, escritor de la denominada Generación del 70, que será un personaje clave en su carrera literaria. Durante la época universitaria escribe crónicas periodísticas y ensayos. Entre 1869 y 1870 realiza un largo viaje por Oriente, en el que recoge abundante material para sus escritos. A su regreso, y después de una estancia en Leiría, donde desempeña un cargo burocrático, se traslada a vivir a Lisboa y en 1872 ingresa en el cuerpo diplomático, prestando servicios en Cuba, Macao, Estados Unidos, Canadá y, por último, Inglaterra. Figura principal de la literatura portuguesa, sobresalepor la ironía y naturalidad de sus escritos. Entre su abundante producción literaria destacan El crimen del padre Amaro (1875), El primo Basilio (1878), La reliquia (1887), Los Maia (1888) y La ciudad y las sierras, de publicación póstuma. En 1888 fue destinado a París como cónsul, ciudad en la que moriría el 17 de agosto de 1900.