Marcos es una persona común y corriente. Vive felizmente, con sueños y proyectos propios, tratando de encajar en la sociedad de la mejor manera posible. Su mundo se ve destruido cuando su novia lo deja repentinamente y sin muchas explicaciones. Dolido y desconcertado, se muda a Tandil tratando de escapar de todo ese sufrimiento e incertidumbre, en busca de un cambio de aire, de un nuevo comienzo. Coincide casualmente con un fenómeno atmosférico que ocurre cada cuatro años en la región que ocupa el Sistema de Tandilia. Las famosas lluvias bisiestas, es el nombre que le dieron los locales a este fenómeno, convirtiéndolo así en una especie de leyenda urbana. Dichas lluvias pueden caer de forma intermitente por tiempo indeterminado. Se sabe que comienzan cada 29 de febrero, pero no se sabe cuándo terminan. Imposible saberlo. Lo que sí se sabe, es que bajan del cielo con la energía acumulada de las sierras, con toda su mística. Lluvias que llegan con el propósito de limpiar, de sanar y de renovar. Marcos se aferrará a esta leyenda local, y junto con esa energía que flota en el aire tomará valor para intentar recomponer su vida, para renovarse y poder sanar sus heridas. Pero deberá ir con cuidado, ya que su mente perturbada a causa de las emociones le podría llegar a jugar una mala pasada.