En el prólogo de La entrada al paraíso, ópera prima con la
que Martín Lasalt ganó el premio Narradores de la Banda
Oriental en 2015, Tomás de Mattos lo definió como «un
autor maduro que trasunta un dominio cabal del oficio
narrativo». Luego de la publicación de Pichis, su segundo
libro en menos de un año, Lasalt obtuvo el Premio Bartolomé
Hidalgo Revelación.
Su voz contundente y profundamente original se abrió paso
así en las letras uruguayas. Pero Martín Lasalt nunca se sentirá
cómodo quedándose en un solo lugar. Lo suyo es cambiar,
avanzar, experimentar. Con La subversión de la lluvia se coloca
en un espacio completamente nuevo: el de la ficción
distópica. Debajo de la crónica febril de un plan alocado
para volar un acueducto y exponer la perversión de una
compañía multinacional, late, como en sus libros anteriores,
un relato conmovedor sobre los desclasados, los olvidados,
los perdedores.
En el prólogo de La entrada al paraíso, ópera prima con la que Martín Lasalt ganó el premio Narradores de la Banda Oriental en 2015, Tomás de Mattos lo definió como «un autor maduro que trasunta un dominio cabal del oficio narrativo». Luego de la publicación de Pichis, su segundo libro en menos de un año, Lasalt obtuvo el Premio Bartolomé Hidalgo Revelación.
Su voz contundente y profundamente original se abrió paso así en las letras uruguayas. Pero Martín Lasalt nunca se sentirá cómodo quedándose en un solo lugar. Lo suyo es cambiar, avanzar, experimentar. Con La subversión de la lluvia se coloca en un espacio completamente nuevo: el de la ficción distópica. Debajo de la crónica febril de un plan alocado para volar un acueducto y exponer la perversión de una compañía multinacional, late, como en sus libros anteriores, un relato conmovedor sobre los desclasados, los olvidados, los perdedores.
«Lasalt es capaz de plasmar en tres páginas escenas de una intensidad superlativa y de honda significación, cosa que no se veía desde hace tiempo en la literatura nacional». Andrés Ricciardulli sobre La entrada al paraíso.
«La destreza de Lasalt es amplia: construye cada escena con paciencia y agilidad, es claro y sorprendente en la narración de secuencias y en el retrato de sus personajes, puede ir del realismo más sucio a la fantasía más desbocada y [...] abarcar un amplio registro emocional: puede ser gracioso y triste, grave y leve». Daniel Mella sobre Pichis.