La obra más enloquecida de Hunter S. Thompson, figura legendaria del nuevo periodismo.
Una acción delirante: así como los caballeros de la Tabla Redonda se lanzaban en pos del Santo Grial envueltos en una armadura de poder sobrenatural, Thompson entró en Las Vegas pertrechado con un arsenal verdaderamente mágico de «nefandas sustancias químicas» en su búsqueda del Sueño Americano. Sus peligrosos enfrentamientos, dopado hasta las cejas, con los empleados de casinos, camareros, policías especializados en narcóticos y demás representantes de la Mayoría Silenciosa segregan un humor alucinado y un clima de terror muy infrecuentes. Porque ésta es la verdadera historia de un hombre que pasó una prolongada temporada en el infierno... y vivió para contarlo.
«Lejos de mí la idea de recomendar al lector drogas, alcohol, violencia y demencia. Pero debo confesar que, sin todo eso, yo no sería nada» (Hunter S. Thompson).
«Una obra cáustica que marcará época y causará sensación. Los dos adjetivos que más les gustan a los escritores son "brillante" y "escandaloso", y Thompson hace méritos para ambos» (Tom Wolfe).
«Hunter S. Thompson conectó a la sociedad norteamericana con los problemas que se colaban a través de sus costuras. Convivió hasta mimetizarse con los símbolos de esas dos realidades y les contó a unas y otras que no eran tan distintas» (Fernando González, «Gonzo»).
«El más creativamente loco de los nuevos periodistas... Me entusiasma» (Kurt Vonnegut).
«El mejor libro sobre la década de la droga» ( The New York Times Book Review).
Hunter S. Thompson (1937-2005) nació en Kentucky. Empezó como periodista deportivo, se consagró como una de las grandes estrellas de la célebre revista Rolling Stone e inventó el llamado «periodismo gonzo», en el que el autor se convierte en protagonista y catalizador de la acción. En Anagrama se han publicado sus obras más célebres y desmadradas, Miedo y asco en Las Vegas y Los Ángeles del Infierno. Una extraña y terrible saga, así como los reportajes reunidos en La gran caza del tiburón. Empezó su única novela, El diario del ron, en 1959, pero no fue publicada hasta 1998.