El amor espiritual es ese sentimiento divino que nos hace experimentar bienaventuranza, es un sentimiento que va más allá de nuestro cuerpo, sentidos y pensamientos, es la experiencia de una realidad superior. Es ilimitado, incondicional y lo abarca absolutamente todo. Aquel que vive el amor espiritual no hace diferencias en sus relaciones sociales ni pone atención a juicios ni roles de vida porque su amor es una realidad que existe más allá de los marcos de referencia familiares y sociales.