Cervantes nos cuenta la vida de dos jóvenes muchachos los cuales se encuentran en el camino de Toledo con dirección Andalucía y hacen amistad uno con otro. Ambos muchachos llamados Pedro del Rincón y Diego Cortado, huyeron de sus respectivos hogares debido a que eran maltratados por sus familias. Por el camino hacia Sevilla encuentran a un arriero, a éste le estafan con cartas robándole todo el dinero que llevaba consigo. Cuando llegan a Sevilla consiguen su primer empleo como portadores de mercancías, tras esto le roban a un sacristán una bolsa de dinero y un chico que estuvo ausente en el robo les dice que no es un oficio y que si quieren robar han de formar parte de la cofradía de Monipodio, el cuál es el que controla el comercio del robo en toda la ciudad.