En esta novela, Inostrosa narra la guerra de Chile contra la Confederación Perú-Boliviana (1837-1839), y advierte: es "una historia de soldados que oyeron retumbar los cañones ya desde las entrañas de sus madres, y que después de sepultados, aún hubieran podido seguir oyéndolos. Porque fue el de ellos un siglo de guerras, en que Sudamérica se debatió continuamente herida, sin alcanzar la paz".