Existe un lugar lejos, muy lejos, donde árboles y sémaras viven en total armonía. Los sémaras, artrópodos que nacen de árboles retoños, a su vez dependen de los cuidados de los sémaras retoños para crecer y vivir, o de lo contrario menguarían hasta dejar solo el pequeño lugar por donde habían salido. Si su sémara es descuidado y no le procura los cuidados diarios necesarios podría llegar a suceder, pero nunca, jamás de los jamases, ha sucedido semejante negligencia. Y es por esa razón por lo que Olive, un joven sémara diligente como el que más, tiene a grandes y pequeños preocupados pues si bien él nunca ha cesado en su empeño, día tras día se presenta a procurar a su árbol los mismos cuidados igual que si estuviera presente.