Los mejores libros jamás escritos
A finales del siglo XVII, en una pequeña localidad de Nueva Inglaterra, el venerable coronel Pyncheon decide construirse una ostentosa mansión donde un día hubo la cabaña de Mathew Maule, condenado por brujería a morir en el cadalso en un juicio presidido por el coronel. El acusado lo maldijo y el día de la inauguración de la casa, Pyncheon murió repentinamente dejando a sus descendientes la mansión y el infortunio.
«¡Dios le dará sangre de beber!»
Nathaniel Hawthorne (1804-1864), cuyos trabajos muestran una profunda conciencia de los problemas éticos del pecado, el castigo y la expiación, se dedicó pronto a la literatura. Entre sus obras destacan el conjunto de cuentos Musgos de una vieja rectoría (1846), inspirados en su casa de Concord en Massachusetts, La letra escarlata (1850), La casa de los siete tejados (1851) y El libro de las maravillas para chicas y chicos (1852). También en 1852 escribió la biografía de su amigo Frankling Pierce, también escritor, que llegaría a ser presidente de Estados Unidos. Tras su elección Pierce recompensó a Hawthorne con el cargo de cónsul en Liverpool, que mantuvo hasta 1857. Durante los dos años siguientes vivió en Italia, donde recogió materiales para su novela El fauno de mármol (1860). Murió en Plymouth en 1864. Entre sus obras póstumas se encuentran Septimius Felton o el elixir de la vida (1972), El romance de Dolliver (1876), El secreto del doctor Grimshawe (1883) y sus Cuadernos americanos (1868), Cuadernos ingleses (1870) y Cuadernos franceses e italianos (1871).