En las postrimerías del reinado de Luis XIV, poco antes del comienzo de la Regencia, en momentos en que el pueblo francés se encontraba empobrecido por las múltiples guerras emprendidas por el Rey Sol, unos pocos se aprovechaban para enriquecerse a costa de la miseria general. Cuatro de estos hombres adinerados, y sumamente libertinos, un aristócrata, un eclesiástico, un banquero y un juez (representantes de los cuatro poderes de Francia),4 deciden dar rienda suelta a sus pasiones durante 120 días (cuatro meses) en el Castillo de Silling (Château de Silling), propiedad de Durcet (uno de los libertinos) en Suiza. Allí se narrarán los 600 tipos de placer, escenificados durante 120 días, a 150 por mes y 5 por jornada.