En la cima de su carrera, Cortázar brindó esta serie de clases en los Estados Unidos, en las que enseña sobre literatura pero, a la vez, ofrece claves valiosas para entender mejor su obra.
«A lo largo de mi camino de escritor he pasado por tres etapas bastante bien definidas: una primera etapa que llamaría estética, una segunda etapa que llamaría metafísica y una tercera etapa, que llega hasta el día de hoy, que podría llamar histórica.»
En la cima de su carrera y después de años de negativas, Julio Cortázar acepta dar un curso universitario de dos meses en los Estados Unidos. Las clases -más que conferencias magistrales, una serie de charlas sobre literatura- tratan aspectos del cuento fantástico; la musicalidad, el humor, el erotismo y lo lúdico en la literatura; la imaginación y el realismo, la literatura social y las trampas del lenguaje. Las clases llegan a su punto máximo de interés cuando Cortázar se refiere a su evolución de escritor y analiza su obra: cómo nacieron los cronopios y cuentos insuperables como "La noche boca arriba" o "Continuidad de los parques"; el sentido de Rayuela y su proceso de escritura; el desafío de Libro de Manuel.
Quien lea la fiel transcripción de trece horas de grabaciones valorará lo mismo que en sus textos: la soltura, la cercanía, la vastedad de lecturas, la honestidad intelectual y la imaginación del escritor. El Cortázar que nos quedaba por conocer, el que ya entra en el aula y sonríe.
Julio Cortázar nacido en Bruselas en 1914, durante una estancia temporal de sus padres en esa ciudad, es uno de los escritores argentinos más importantes de todos los tiempos. Realizó estudios de Letras y de Magisterio, y trabajó como docente en varias ciudades del interior de Argentina. En 1951 fijó su residencia definitiva en París, desde donde desarrolló una obra literaria única dentro de la lengua castellana. Algunos de sus cuentos se encuentran entre los más perfectos del género. Rayuela conmocionó el panorama cultural de su tiempo y marcó un hito insoslayable dentro de la narrativa contemporánea. Cortázar murió en París en 1984.