Adrián F. Herrera. Monterrey, 1969. Autodidacta. Estudió dos años medicina. Trabajó en el rancho ganadero de la familia. Fue artísta plástico. Entonces decidió cambiar ese laboratorio por el de la cocina. Pero toda su vida ha escrito; escribió su primer relato en quinto año de primaria. Tiene su propia editorial y ha publicado dos libros: Norteño y Púdrete en el Infierno así como uno de fábulas que viene en camino. Como chef y restaurantero ha tenido varios proyectos de los cuales destacan La Fonda San Francisco, el chef Herrera y El Paso del Norte.
Posee poderes especiales; es telépata, ha viajado en el tiempo, se comunica con seres extraterrestres, es un médium profesional, habla lenguas muertas -y desaparecidas-, desaparece y reaparece en sitios remotos, puede cambiar de forma y transformarse en seres mitológicos y en criatuas fantásticas. Trabaja para una sociedad secreta que pretende dominar el mundo y que tiene una base en la cara oculta de la luna, ha reencarnado siete veces: en una vida fue un vikingo y se dedicó a asaltar poblados. En la antigua Roma fue un legislador notable. Apareció a mitad del desierto en el siglo III D.C. como un anacoreta que profetizó el fin del mundo. En el medioevo practicó la alquimia -con éxito-, durante el Renacimiento colaboró con grandes artistas e inventores. En la revolución mexicana sirvió como artillero bajo las órdenes del general Felipe Ángeles en la toma de Zacatecas.
En años recientes la psiquiatría decubrió que no posee el síndrome de personalidad múltiple, sino que efectivamente su cuerpo es habitado por varias personas que vienen de epócas distintas.
Es de común acuerdo que no es ni de este mundo ni de este tiempo.