Después de un capítulo liminar analítico, se presentan quince estudios que abarcan a México, Centroamérica, los países andinos, Brasil y el Cono Sur. Unos lanzan una nueva mirada sobre la defensa histórica de los derechos humanos, a partir de datos inéditos. Otros enfocan la práctica pastoral ante las violencias actuales y analizan las múltiples respuestas concretas que les dan las iglesias, sean católicas o evangélicas. Fundamentados en nuevas investigaciones empíricas, estos estudios revelan cómo las creencias religiosas han interpretado las estructuras sociales, la agencia humana y la dimensión ética que plantea la violencia. Sus conclusiones ofrecen una gama de perspectivas nuevas sobre religión y violencia en la América Latina de hoy y de ayer.