Shea Weatherby no creía en los finales de cuentos de hadas, así que cuando su príncipe azul se cruzó en su camino, no confió en sus intenciones. Tras quedarse embarazada después de pasar una noche con él, le dio un ataque de pánico.
Paxton Merrick ganaba millones construyendo yates para los ricos de Seattle. Ahora, con Shea, su barco podía llegar a buen puerto. Aunque, si sus infructuosos esfuerzos por conseguir que fuera su pareja eran un presagio, se aproximaban aguas turbulentas. Pero estaba dispuesto a hacer lo que fuera por llevarla al altar después de enterarse de que iba a ser padre.