«—Shhh —tapé la boca de Ray—. Están aquí.
Ambos nos armamos con una pistola mientras mirábamos hacía todos los lados.
—¡CUIDADO, RUBY! —gritò.
Un infectado se abalanzó sobre mí mientras unas almas sobrevolaban mi cabeza. «Hoy no voy a morir». Disparé al infectado con la pistola y cayó desplomado al suelo.
—Por poco —suspiré levantándome—. Esto no se va a quedar así... —añadió.»