La Argentina es un país sin aristocracia: «Basta trepar un poco el árbol
genealógico para topar con el abuelo contrabandista o bolichero», dice
con gracia Félix Luna en este libro, publicado por primera vez en 1958.
En el caso del presidente Marcelo Torcuato de Alvear su apellido,
ciertamente ilustre, no le impidió afiliarse en su juventud al partido
radical y sostener este compromiso, en el triunfo y en la derrota, hasta
en fin de su vida.
Félix Luna (1925-2009), abogado de profesión, pero historiador por vocación, utilizó todos los medios que tuvo a su alcance para divulgar la historia argentina de una manera clara, veraz y objetiva. Autor de libros como Los caudillos, Yrigoyen, Alvear, Ortiz, El 45, los tres tomos de Perón y su tiempo y Soy Roca, que hoy son clásicos imprescindibles en el estudio de la historia de nuestro país. Ha publicado, en diez tomos, la Historia integral de la Argentina y también una Breve historia de los argentinos. Condujo programas de televisión y audiciones de radio sobre temas de historia y fue, además, profesor en esta materia en las universidades de Buenos Aires y de Belgrano. Su faceta de poeta lo llevó a componer con Ariel Ramírez las letras de la Misa criolla, Mujeres Argentinas y Cantata Sudamericana, algunos de cuyos temas han recorrido el mundo. En 1967 fundó la revista Todo es Historia, la más importante publicación de divulgación histórica de América Latina que continúa saliendo mes a mes en todos los kioscos del país. Fue miembro de número de la Academia Nacional de la Historia desde 1992, secretario de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires entre 1986 y 1989 y declarado "ciudadano ilustre" por el cuerpo legislativo de la ciudad de Buenos Aires en 1996.