En la región del Caribe, el rostro de la opresión ha sido, y continúa siendo, demasiado visible. Comenzó con el asalto europeo a los indios nativos americanos y continuó con los africanos y asiáticos. La esclavización africana en el continente Americano ha dejado marcas indelebles en las sociedades contemporáneas. Este ensayo, aunque limitado por su extensión, estudia, desde el punto de vista de los cimarrones, las características de estos movimientos por la libertad, la formación de sus sociedades y la recuperación de sus valores frente a las sociedades de blancos. Al autor no se le escapan los matices dados por la situación geográfica y el momento histórico en que se dieron.