En los tenebrosos rincones de los Reinos Mortales, los misteriosos Gloomspite Gitz emprenden la marcha hacia la guerra siguiendo la estela de su abominable deidad. Ningún lugar escapa a la visión de la Luna Malvada, ni siquiera los territorios protegidos por Sigmar, como la ciudad de Draconium, a la que la lluvia hirviente de Aqshy convierte en un lugar de un calor abrasador.
En esta olla a presión a punto de estallar, el regente se vuelca en sus plegarias a Sigmar mientras la capitana Helena Morthan apaga los fuegos: puñaladas en las calles, herejes agoreros que pregonan el fin del mundo e insectos que devoran vivos a los vigilantes que patrullan la ciudad.
Cuando el afligido guerrero Hendrick Saul y su partida llegan a las puertas de la ciudad con una profética advertencia, la capitana Morthan ve la oportunidad para salvar a su pueblo. Sin embargo, con Skagrott el Lunarca conspirando bajo la superficie de Draconium y la Luna Malvada cerniéndose en el cielo, ¿quedará una ciudad que pueda salvarse?